Aunque el verano invita a darse un baño en las aguas color turquesa de las playas mallorquinas, los meses de invierno también son fantásticos para disfrutar de los encantos de la isla y conocer sus rincones sin la masificación propia de la época estival.
Entre los lugares más visitados encontramos Pollensa, un pequeño municipio ubicado en el norte de Mallorca que en 2021 fue declarado uno de los Pueblos más Bonitos de España.
Visitar la zona en enero, febrero o marzo permite descubrir todos sus encantos y realizar las múltiples actividades que se pueden hacer en Pollensa durante los meses de invierno.
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Planes en Pollensa para la temporada de invierno
Las excursiones en plena naturaleza y las visitas al mercado local se convierten en algunos de los mejores planes para quienes se preguntan qué hacer en Pollensa durante los meses de invierno. Descubre más sobre estas y otras actividades:
Excursión al Puig de Maria
La excursión al Puig de Maria es el plan perfecto para las familias que buscan actividades que se puedan realizar en compañía de los niños al tratarse de una ruta que no entraña demasiada dificultad y que, además, tiene una duración de aproximadamente una hora.
La travesía ofrece un bonito paisaje natural donde predominan las encinas y finaliza en una gran explanada con vistas panorámicas al pueblo de Pollensa y una zona recreativa con mesas donde es posible reponer fuerzas con una rica merienda.
Recorrido por el mercado local
Todos los domingos, la Plaza Mayor de Pollensa se llena de puestos que se extienden por varias calles del pueblo y que ponen a disposición de los visitantes una gran diversidad de frutas, verduras, obras artesanales y productos típicos de la gastronomía mallorquina a través de un mercado local que se celebra de 8:00 a 13:30 horas.
Convento de Sant Domingo
Los apasionados de la arquitectura que visitan Pollensa tienen una cita ineludible en el Convento de Sant Domingo, un edificio construido por los dominicos entre los siglos XVI y XVII que en la actualidad alberga el Museo Municipal de Pollensa, que cuenta con obras de diversos artistas contemporáneos, pinturas góticas, un mandala budista y hallazgos arqueológicos.
Casa Museu Dionís Bennàssar
Hacer un recorrido cultural por Pollensa también implica acudir a la Casa Museu Dionís Bennàssar, dedicada al pintor Dionís Bennàssar y ubicada en una típica casa mallorquina donde el propio artista residió durante buena parte de su vida.
Visitar el lugar no solo es la manera perfecta de conocer el legado artístico de Bennàssar, sino también de contemplar sus objetos personales y el mobiliario del que fue su lugar de residencia.
Jardines Joan March y Torre Desbrull
Los días de invierno en los que brilla el sol invitan a descubrir lugares como los Jardines Joan March y Torre Desbrull, ideales para observar la vegetación autóctona a través de un parque público que incluye un jardín botánico con acebuches, tejos, naranjos, algarrobos, palmitos y cipreses, entre otros ejemplares.
Acudir a estos jardines también posibilita empaparse mejor de la historia de Pollensa gracias a su torre gótica medieval perteneciente a la familia Desbrull y a una estatua del héroe local Joan Mas, que defendió la localidad de uno de los mayores ataques piratas del siglo XVI y facilitó la victoria de los pollensines.
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